¿Qué has alcanzado?
Todos queremos el éxito |
Todos queremos tener esa sensación de haber alcanzado algo o de estar en la dirección correcta. Sin embargo, la mayoría de las veces lo primero que viene a la cabeza cuando reflexionamos sobre el éxito son las posesiones y los logros profesionales. ¿Será que el tan anhelado y escurridizo éxito es solo eso? ¿Será que se resume a lo que tengo o a mi síntesis curricular?
Si fuese así, las personas con pocos ceros
en su cuenta bancaria no podrían ser considerados exitosos, o tal vez alguien
que no tiene una carrera universitaria o un empleo importante tampoco entraría
en la cajita social de éxito. Es probable que los misioneros no encajen en esa
definición y menos aún las madres que se quedan en casa cuidando y educando sus
hijos. No hay dinero ni realización
profesional en ninguna de esas actividades.
Éxito, identidad y autovaloración
Siempre
que haya un equilibrio saludable no hay problema en tener metas y alcanzarlas. Las dificultades podrían aparecer cuando basamos lo que pensamos
que somos en esa realización personal.
¿Cuál es el fundamento de tu identidad? |
También es inconveniente porque la identidad y la valoración personal
tienen un vínculo muy profundo. Por eso, si nuestro valor tiene una
correlación con la identidad propia y si esta se encuentra fundamentada en el
éxito que alcanzamos, existe un gran riesgo. Nada ni nadie es capaz de
garantizarlo e inclusive teniéndolo en la mano, este puede escabullirse sin
despedirse. Si eso sucediera, la identidad y la autoestima se derrumbarían
también, y eso es muy peligroso.
Es bastante común que una mujer con cierta
realización personal y profesional que se enfrenta a la maternidad por primera
vez se sienta un poco perdida. Porque si su identidad estaba basada en lo que
hacía y lo que obtenía, y ahora tiene que parar, sus medios de gratificación de repente no están. Lo mismo podría
suceder con alguien que cambia de carrera, se jubila, etc.
En mi caso particular, yo me sentía muy
plena en mi trabajo transcultural, me ocupaba en cosas de la misión junto a mi
esposo, éramos un equipo maravilloso (y lo seguimos siendo), pero cuando Marcela nació tuve que parar. Fue
necesario dejar de hacer algunas cosas por falta de tiempo y ya no podía
participar en la misma medida de antes.
Eso sumado a la ineptitud que una siente
cuando es mamá primeriza Hay muchas cosas que no sabía hacer y otras más que ni
siquiera sabía de su existencia. Las primeras semanas (además de las luchas con
la lactancia) hasta ponerle una blusa a Marcela era un desafío para mí; yo
pensaba que le podía romper su brazo o hacerle daño. En fin, esos fueron
grandes cambios. Pasar de sentirte
plena, útil y segura, a sentirte mermada, inútil y llena de inseguridades (y
cansada, muy cansada) es mucha cosa.
Sin embargo, con el pasar del tiempo y
bastante paciencia, las piezas fueron encajando otra vez. Comencé a sentirme
mejor en mi nuevo papel, y a sentirme plena, útil y segura como mamá de
Marcela. Es decir, en algún punto del proceso
llegamos a sabernos exitosas en ese nuevo rol de madres, aunque no
corresponde con lo que la sociedad define como éxito.
Es posible saberse exitosas como madres |
Es muy probable que si conseguimos
resignificar lo que es el éxito, y dejamos de concebirlo desde el punto de
vista financiero y profesional, vamos a ser mejores. Tendremos una identidad y
un autoconcepto más saludable y también disfrutaremos más de lo que cada
temporada de la vida nos trae.
¿Qué
es lo que Dios me creó para ser? Nótese que no
dice hacer, sino ser. Porque es la escencia de lo que somos lo
realmente importante. Podemos cambiar de profesión, dejar nuestro trabajo y
recomenzar algo totalmente nuevo, pero lo
que somos nos acompañará donde quiera que vayamos. Creo que la respuesta a esa pregunta podría
ser un excelente punto de partida para comenzar a resignficar el éxito. Si descubirmos esa respuesta, y la usamos
como motivación para alcanzar eso que Dios diseñó que seamos, tal vez
estaríamos bastante cerca de ser exitosos.
Excelente entrada Luz Marina. Me pude identificar a medida se desarrollaba la lectura, porque llegué a sentirme tal cual. Tu artículo perfila como un recurso de gran ayuda para las nuevas y futuras mamás, pues les motiva a disfrutar cada etapa de la maternidad y a verse exitosas, en vez de sentirse abrumadas en su rol de madres.
ResponderEliminarSí, yo creo que muchas mamás pasamos por esas situaciones.
ResponderEliminar